El interés por la ciberseguridad en España sigue en aumento, en un contexto donde las amenazas cibernéticas continúan evolucionando. Más de la mitad de las empresas españolas han planificado incrementar sus inversiones en este campo durante el 2023. Según Secure&Magazine, el 32% de las organizaciones aumentarán su presupuesto en ciberseguridad en un 20%, y un 11.6% lo incrementará entre un 21% y un 50%. España, destacando como uno de los países europeos más comprometidos con la colaboración con startups en este sector, también ha establecido unidades de negocio dedicadas exclusivamente a gestionar proyectos de innovación abierta, con un notable 79% de empresas involucradas.
Este crecimiento en la inversión no solo se enfoca en la protección contra ataques, sino que también busca promover una cultura de seguridad informática integral. La formación y capacitación en ciberseguridad se han convertido en componentes esenciales, con muchas empresas implementando programas regulares de entrenamiento para empleados.

Adaptación y resistencia frente a los desafíos globales
La inversión en ciberseguridad y fintech no solo refleja un enfoque proactivo hacia la innovación tecnológica, sino también una estrategia de adaptación frente a los desafíos económicos y geopolíticos globales. Las empresas españolas están reforzando sus infraestructuras digitales para garantizar una mayor resiliencia ante posibles ciberataques, que han incrementado con la digitalización acelerada por la pandemia. Este enfoque preventivo es crucial para proteger los activos y la información crítica, lo que a su vez sustenta la confianza de los consumidores y fortalece la estabilidad del mercado.